09-02-2019, 11:00 AM
Mientras tanto, en casa del padre de Samanta, Gabriel forcejeaba con su padre mientras que su madre les veía.
-Cálmate, por el amor de Dios, Gabriel, ya es suficiente.- decía su padre, sin poder anteponerse mucho contra la fuerza de Gabriel.
-Te he dicho que te quites de enfrente, papá, Samanta no está segura en la zona Azul de la ciudad, ese lugar está lleno de gente que para nada es amigable.- dice Gabriel tratando de quitar a su padre del frente.
-Hijo, pero por favor, explícate, nos estás asustando.- pedía su madre.
-No hay tiempo de eso, madre; de contarlo ahora sería más tiempo en que Samanta ha de estar allá...- decía Gabriel, pero es interrumpido por un claxon -Viviana ya está en el frente, así que déjenme ir.- agrega.
-Pero...- trataba de articular su padre cuando Gabriel ya caminaba a la puerta.
-Si Viviana ha venido es porque en verdad es urgente, cariño.- decía la madre de Gabriel tomando las manos de su esposo.
-Le traeré de vuelta antes de que amanezca.- dice Gabriel y cierra la puerta.
Mientras que Viviana y Gabriel iban en marcha repasando la dirección dada a los padres de Samanta, el padre de Gabriel se lamentaba ser tan viejo, de lo contrario podría no estorbarle a Gabriel si algo malo pasaba.