[Phantom]

Una llamada me había obligado a marcharme el mismo día que había llegado, mi hermano menor se había metido en problemas nuevamente y había tenido que viajar para ayudar a mi familia, por lo cual había faltado a la primera prueba y todavía no conocía a nadie.
Bueno… otra vez de cero pensé con algo de frustración mientras caminaba por los pasillos de la Academia. No había nadie por allí, tampoco en el aula en la que había estado el día anterior… Si, tendría que ponerme al corriente de cómo se desarrollaban las actividades allí, no quería fallar tan pronto.
Había salido a medianoche de mi casa, por lo cual no había comido nada desde la cena y moría de hambre, así que cuando vi la cafetería entré con cierta desesperación. Había algunos chicos adentro, pude reconocer a los mismos que estaban en el salón el otro día, aunque solo los había visto una vez… o eso creía, no tenía buena memoria para los rostros.
Sin perder el tiempo me fui a comprar algo para comer. Puse cereal, leche, frutas y algunas tostadas con mermelada en una bandeja. A unos metros vi como una chica se acercaba a saludar a un muchacho que parecía amable, así que me acerqué a ellos.
-         ¡Hola! –puse mi bandeja en la mesa -¿Puedo sentarme aquí? –sonreí, me senté y comencé a comer.